sábado, 20 de octubre de 2012

Me maldigo porque hoy me levanté con ganas de escribir algo que va a ofender. Lo sé ya de antemano y aún así, heme aquí escribiendo sin que el gato pueda impedírmelo (espacio para risa maligna). El que se ofenda, que pida el libro de reclamaciones a internet por permitir la libertad de expresión. Hoy voy a hablar sobre el optimismo de aires New Age que tan de moda se ha puesto entre los cursos de "coaching" (espero escribirlo bien porque in english voy pegada) y los de "inteligencia emocional". Pero antes voy a hacer una parada para vomitar arcoiris, disculpadme. Y es que creo que padezco una rara enfermedad parecida a la del meme ese que vomita arcoiris cuando oye algo cursi: pues yo vomito arcoiris cuando escucho frases de libros de "inteligencia emocional" de esos que se venden por kilo y que gente acomodada (no sólo en el plano económico) se repite así misma para no caer en una "depre". Antes de seguir con esto, quiero dejar claro que estoy en un punto en que no sé si esto es felicidad, pero que comparándome con otros momentos de mi vida, al menos sé lo que quiero y casi tengo las herramientas para conseguirlo, por lo que no lo digo desde la amargura existencial, sino que lo digo por algo que ya pensaba antes y como este verano me he reafirmado tanto en esta idea, necesito expresarla. Miro facebook y está lleno de este tipo de frases como: "Hay que ser feliz con lo que tienes". Sí y no; como siempre, me han enseñado en Sociología a no mojarme el culo con un sí o un no porque caería en un discurso simplista. Primero voy a por el , que acabaré antes. Sí, porque vivimos de una manera en la que nos enseñan siempre a desear más y nos crean necesidades inútiles, olvidando todo lo que tenemos y deseando siempre de lo que carecemos hasta el punto en que quien tiene el pelo rizado lo quiere liso y el que lo tiene liso lo quiere rizado. Nos cuesta pararnos a ver lo que tenemos y lo peor de todo es que cuando queremos algo lo queremos ya, sin disfrutar de la fase que tenemos que pasar para conseguirlo. Y ahora voy a por el NO a estas frases de libro de autoayuda de estar por casa. Vamos por el mundo repitiéndonos esas frases y repitiéndosela a otros: "Eh, tío, sé feliz con lo que tienes""No hay que amargarse que el sol sale todos los días""Hay que ser super feliz porque miras la ventana y ves las estrellas"...etc., etc., bla bla bla... Muy bonito todo: llámenme que haremos una película que será un dramón de hora y media con bonito final y nos quedará de Oscar. ¡Ay, pijorra! Pero esto no es una peli. (Y vuelvo a recordar en este punto que hablo no por mí, si no por lo que he visto y oido; así que serán bienvenidos argumentos contrarios a lo que aquí exponga). Estas frases sólo sirven para gente que se encuentre desde una circunstancia como la mía hacia arriba. Esto es: económicamente no paso hambre aunque la hipoteca me ahogue como todo hijo de vecino, la gente que me rodea son unos amores, estudio lo que quiero y mis tiempos de ocio los disfruto. Desde esta posición hacia arriba es fácil tener este optimismo de aires New Age: tendemos a caer en las "depres" de cualquier clase acomodada, pero nos venimo arriba con frases como: "Levántate con ánimo: eres única y quiérete". (Por favor, esperen que necesito de nuevo vomitar un arcoiris). ¿Y por qué me meto con esto? Porque hay que saber la vida de la otra persona antes de aconsejarle que "el sol sale todos los días" (quizá por eso en mis trabajos de Sociología siempre acabo escogiendo los métodos cualitativos y la entrevista abierta). Que no todos tenemos las mismas oportunidades aunque así lo firme una Constitución (y ya no estoy hablando de viviendas dignas ni educación pública ni huelgas de las de ahora, sino de familias , entorno en el que vivimos, vivencias que nos han ocurrido, etc...). Que es precioso eso de que "quién quiere puede" y "ser feliz con lo que se tiene" pero recordemos que estas frases son mucho más sencillas de llevar cuando se nace en cierta posición (como la que comentaba mía o en posiciones todavía más acomoadadas) y no es tan fácil luchar contra viento y marea cuando todo lo que te rodea desde el principio son elementos en contra. Claro que aún así se puede salir de cualquier cosa y luchar por lo que uno quiere, pero antes de aconsejar con estas frases de "todo a euro" pensemos que la batalla no es igual de dura para todos y algunos a veces no tienen más fuerzas para continuar y se dejan llevar. Y quisiera poner un ejemplo para que se me entendiese mejor: Creo que es más fácil luchar por tener una carrera cuando tu familia te ayuda, tus amigos te apoyan, la economía no es sobrada pero tira p'alante y tus medios lo permiten, que si te encuentras en un momento económicamente como el que están pasando ahora algunas familias, si encima tu familia es desectructurada y nadie te ayuda, si tu entorno o amigos (que no son amigos reales) más que apoyarte influyen negativamente, etc... ¿Cómo le dices a esa persona: lucha por lo que quieres y tira p'alante? ¿Diciéndole: "Mira tu ventana, siempre sale el sol"? Hay que dar esos consejos de diferente manera y siempre, siempre, siempre, primero escuchar, preguntar, ponerte en su piel, para luego hablar. No hacer de oídos amigos para acabar con un "sé feliz con lo que tienes". En el ejemplo he puesto casos extremos, pero no hace falta que sea tan exagerado. Sea como sea: siempre hay que escuchar y preguntar (preguntar porque muchas veces no se cuenta todo) y luego, sólo cuando has conseguido empatizar por completo, entonces aconseja. Aunque estoy segura que si la mayoría de "coach" de super moda que hay ahora hiciesen eso en realidad, lo único que podrían decir en sus conferencias es: "Lo siento, me pongo en tu situación y no sé qué podrías hacer" y muuuuyyyyy poquitoooos, muy poquitos (por poner un margen) serían capaz de aconsejarte de manera útil. Por eso, sinceramente os digo, huid de estos predicadores de outlet. Hay profesionales que de verdad tienen en cuenta estas circunstancias porque no es lo mismo que me digan a mí "el ser humano es extraordinario" en plan anuncio de bebida para deportistas que se lo digan a alguna persona que ha sufrido acoso de un amigo. Para finalizar, pongo este vídeo porque es de los pocos que usan ese "optimismo New Age" que me ha gustado. Aún así, fijáos que hay personas que lo han votado en negativo y hay otros que no han dudado en poner comentarios tipo "quien vota el video en negativo no tiene vida". A esto es a lo que me refiero, el vídeo es precioso pero alguien lo vota negativo, ¿por qué no nos preguntamos antes qué ha podido experimentar esa persona en su vida para que no le gusten las cosas que ahí se dicen? Quizá si pudiéramos preguntárselo, antes de afirmar" que no tienen vida", podríamos entenderlos y sólo entonces, hacerles cambiar de opinión. Y por si ha quedado duda, esto no lo digo desde la amargura personal, sino desde lo más cerca que he conseguido de estar feliz si no es que ya lo estoy siendo.

viernes, 28 de septiembre de 2012

He aquí el primer alemán que compró el Iphone5; puede estar orgulloso pues pasará a la historia como tal. O no, porque luego saldrá el 6 y volverá a gastarse una pasta en ello. Al igual que existe el primer alemán que ha comprado el Iphone5, existe o existirá (lo siento, soy una ignorante del hiperconsumo de tecnología y no sé si eso se está vendiendo ya por aquí) el primer español que compre el Iphone5. Son taaaantas cosas las que se pueden comentar que no sé por dónde empezar. Quizá por ese tema del que siempre me ha gustado hablar y con el que más de uno se ha sentido incómodo (me encanta): el narcisismo y egoismo imperante en la sociedad actual. A algunos les gusta decir que en la sociedad de ahora impera el individuo sobre el grupo... una forma más bonita de decirlo, pero si por algo se caracteriza este blog es porque no pienso poner toallas calientes. Narcisismo y egoísmo. Ninguno estamos exentos de ellos y también he dicho muchas veces antes el ejemplo de las redes sociales, de las cuales yo también peco en este sentido: míra lo que tengo, mira lo que hago, acéptame, léeme, dale al "me gusta" en mi foto, observa lo inteligente y guapo/a que soy... No se engañe a sí mismo: quizá usted se hizo una red social para estar en contacto con la gente (sobre todo con gente que ya te la traía al pairo y que hasta habías olvidado), pero es incapaz de llamar al ser más cercano para preguntarle cómo le va la semana. En cambio sí que tendremos en cuenta aquel que no nos dice nunca nada en nuestro Facebook o que tiene la desfachatez de entrar al muro de uno mismo a poner una opinión en desacuerdo con la del propietario de la cuenta. ¿Y cuando voy a hablar del alemán y su Iphone5? Todavía no... Ahora quiero que miremos a España: España como país, como región, como nación de países, como lugar de reunión de varias culturas, como cacho de tierra en el que un día Isabel y Fernando se casaron y cogieron un Carioca o un Pilot negro y pusieron cruces de aquí hasta aquí para señalar que todo esto era uno; como se le quiera llamar a estos "constructos sociales" que se les llama Estados. Ayer en clase la profesora de Antropología comentó algo que bordó lo que yo pienso desde hace meses: "En España se están formando castas que ríete tú de la India". Puede parecer frívolo, pero señores, no hay mejor manera de describir lo que está pasando. Los financieros, banqueros y políticos se están meando (figuradamente pero pronto podría ser literal) en nuestras cabezas y nosotros, ¿qué hacemos? Pues pegarnos entre policía y pueblo: como si carneros y ovejas se pegaran ajenos a que el lobo está pegándose el festín a su costa. Los recortes que están realizando están afectando a los dos bandos y ¿que hacen ellos? Unos dar porrazos y los otros tirar piedras mientras financieros, banqueros y políticos siguen repartiéndose el pastel a gastos pagados y sueldos vitalicios. ¿Lo lógico no sería que todos a una se pusieran a la puerta del Congreso e hincharan a gorrazos a cada uno de los que allí salieran? Y que conste que me da igual el color: a gorrazo limpio con todos. Pero cualquiera de estos aspectos da igual mientras mañana pueda salir el Iphone6. De momento disfrutaremos del 5 que me permite aislarme del mundo exterior, actualizar mi Facebook para que todos vean que sigo igual de inteligente y guapo/a, que tiene 100 aplicaciones más que jamás usaré, que me ha costado una pasta, pero que ME la merezco y que me permite hacer fotos de una calidad extraordinaria a mis enemigos en las manifestaciones (me da igual que en enemigos pongamos policías, yayoflautas, estudiantes o perico de los palotes). Y mientras tanto que el mundo siga girando, pero, y vuelvo a dejar el blog sin toallas calientes, SOMOS GILIPOLLAS.

miércoles, 25 de abril de 2012

Empatía

Hablar de la empatía es fácil, llevarla a la práctica correctamente es un trabajo difícil. Algunos pensarán: acabas de "escuajarte" con la frase. Pues mira, sí. Empezamos por hablar de cómo empatizar. Tener un alto grado de empatía pero no saber cómo gestionarlo es una bomba de relojería, pero hay algo peor, la carencia de empatía. Seguramente soy la menos indicada para hablar de este tema puesto que yo soy de las que no saben gestionarla. A veces me surge un gran grado de empatía con acciones de lo más banales que no me llevan a ningún punto sobre todo, si coincido con otra persona igual. Otras veces mi empatía entra en guerra con mi neurosis y eso es un desastre. Otras muchas la empatía se me olvida en casa peleándo por casos imposibles olvidándome de que todo comienza con las personas que tienes al lado (creo que muchas amigas que han soportado en mí cierto carácter estarán muy de acuerdo). Pero carecer de empatía creo que es lo peor que pueda pasarle a la humanidad: desde lo personal hasta lo mundial. Si en este momento los poderosos de la economía mundial tuviesen un alto grado de empatía, el capitalismo no sería tan feroz. ¿Creéis que el señor Urdan se hubiese forrado a costa de fundaciones para niños discapacitados si tuviese el don de ponerse en el lugar de ellos? Pero esto es meterse al nivel global y no es lo que pretendo. Muchas relaciones entre individuos fallan por esa carencia y no es posible señalar culpables. Hemos crecido con el "a quién le importa lo que yo haga" y, ojo, no está mal siempre en su justa medida. Cuando la vida se centra en un yo, un mí, en un me y en un "al que no le guste que arree" empieza a desestabilizarse todo. no podemos olvidar que somos seres sociales y no por gusto, si no por supervivencia. Nos guste o no debemos tener en cuenta al grupo y sus necesidades que, al fin y al cabo, son también las nuestras. Actualmente y puede que tan sólo sea una opinión personal, hay una crecida del individualismo. Uno tiene que vivir su propia vida pero no puede obviar la vida de los que le rodean. No podemos exigir que nos escuchen y ayuden si nuestra individualidad nos hace estar callados. Tenemos que empatizar y al tiempo exigir que los demás empaticen con nosotros, pero para ello debemos aprender a expresar las cosas en voz alta. En este mundo estamos para ayudarnos, pero vamos tan concentrados en nuestros caminos que necesitamos que nos griten esa ayuda. Hay que aprender a exteriorizar las cosas y evitar así muchos malos entendidos. De nada sirve lamentarte cada noche de que nadie te escucha si uno no es capaz de hacerse oir. Pero es que esto de la empatía es chungo, señores/as, y no siempre 2 más 2 son 4. Mi despiste y locura pide perdón a mucha gente por no haber dejado trabajar a mi empatía como debiere. Pero me consuela pensar que no carezco de ella porque si no, la vida sería muy triste.

domingo, 15 de enero de 2012

Viajero ante un mar de niebla



Esta obra de Caspar David Friedrich (romanticismo alemán) se me quedó grabada el día en que la ví en una de tantas ediciones que me he leído de Rimas y Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer (ahora estoy dudando si era una edición sólo de las rimas). El caso es que ahí se quedó grabada hace 14 años y hasta ahora no me había preocupado en mirar de quién era (mira, esas cosas que pasan). El nombre Der Wanderer über dem Nebelmeer igual lo veo traducido como Caminante ante un mar de niebla, que ante un mar de nubles, que viajero...Y entre todos, sea más acertada o no, me quedo con la traducción de Viajero ante un mar de niebla para esta nueva entrada en el blog.
Y aquí llegó el 2012, ese año del CAMBIO con mayúsculas. Para los mayas es un año en el que se cierra una era y comienza otra, para muchos países de Europa es el año en que la gran bofetada de la crisis va a hacer cambiar muchas mentalidades, y para mí...bueh...digamos que soy una viajera ante un mar de niebla.
En menos de 10 días doy otro paso más en mi cambio de modelo de vida. Y es que cambiar de etapa y de modelo de vida no es cuestión de hoy para mañana. Dios tardó 7 días en crear el mundo y eso que dicen que es omnipotente, ¿cómo iba a cambiar yo todo mi modelo de vida en un año? Y lo que me queda... La vida te azota con situaciones que no estaban apuntadas en la agenda y amoldarse a ellas y sacarle los frutos lleva su tiempo.
El destino quiso un día que me conociese mejor, y me sacudió la falsa estabilidad en la que me envolvía. Pero no quiso atragantarme, así que esperó casi un año para darme la segunda sacudida, la que hará que me encuentre yo frente a mí y creedme que eso me acojona. Me asusta y a la vez tengo la curiosidad de un gato: ¿cómo será trabajar cada día para una misma? Y encima trabajar en todos los sentidos, desde el físico, hasta las emociones, pasando por el intelecto, el trabajo artístico...
Quizá era mejor traducción la de Caminante en un mar de nubes. Lo que tengo delante no es una niebla en la cual no sé dónde empieza cada cosa ni donde termina. Veo las nubes y veo el principio de cada una de ellas, y ahora camino hasta el final. En la vida no se puede estar comenzando cosas continuamente, hay que cerrarlas. Y esta vez me toca cerrar las nubes que tengo abiertas. Y no por ello mi etapa será menos experimental ni poco interesante por no abrirme y explorar nuevos horizones, de hecho, en ciertos sentidos va a ser una etapa exploratoria que estoy segura que será divertida...y qué narices, ¡que ya lo está siendo! Y cuánto me queda por aprender...

Sacudimiento extraño
que agita las ideas,
como huracán que empuja
las olas en tropel;

murmullo que en el alma
se eleva y va creciendo
como volcán que sordo
anuncia que va a arder;

deformes siluetas
de seres imposibles;
paisajes que aparecen
como a través de un tul;

colores que fundiéndose
remedan en el aire
los átomos del iris,
que nadan en la luz;

ideas sin palabras,
palabras sin sentido;
cadencias que no tienen
ni ritmo ni compás;

memorias y deseos
de cosas que no existen;
accesos de alegría,
impulsos de llorar;

actividad nerviosa
que no halla en qué emplearse;
sin rienda que le guíe,
caballo volador;

locura que el espíritu
exalta y enardece;
embriaguez divina
del genio creador...

¡Tal es la inspiración!

Gigante voz que el caos
ordena en el cerebro,
y entre las sombras hace
la luz aparecer;


brillante rienda de oro
que poderosa enfrena
de la exaltada mente
el volador corcel;

hilo de luz que en haces
los pensamientos ata;
sol que las nubes rompe
y toca en el cenit;

inteligente mano
que en un collar de perlas
consigue las indóciles
palabras reunir;

armonioso ritmo
que con cadencia y número
las fugitivas notas
encierra en el compás;

cincel que el bloque muerde
la estatua modelando,
y la belleza plástica
añade a la ideal;

atmósfera en que giran
con orden las ideas,
cual átomos que agrupa
recóndita atracción;

raudal en cuyas ondas
su sed la fiebre apaga;
oasis que al espíritu
devuelve su vigor...

¡Tal es nuestra razón!

Con ambas siempre en lucha
y de ambas vencedor,
tan sólo el genio puede
a un yugo atar las dos.

Rima III- Gustavo Adolfo Bécquer