viernes, 24 de septiembre de 2010

El derecho a la pereza.- Paul Lafargue



¡Cuánto tiempo sin actualizar el blog y cuántas ganas de continuar con él me han dado de repente tras la lectura de éste libro! Lo que siento es no poder decir de quién es la viñeta de la foto puesto que la cogí de internet y no pone nombre, pero si alguien lo supiera agradecería la información.

Hay lecturas que sin ser best sellers deberían anunciarlas más que a Ken Follett, sobre todo viviendo los tiempos que vivimos en los que hay que despertar de este letargo capitalista y decidir nuestras vidas, no dejando que el marketing lo decida por nosotros.

Paul Lafargue, yerno de Karl Marx, comenzó su activismo político con el anarquismo proudhoniano hasta que conoció a su suegro (¡cualquiera le lleva la contraria al suegro!) y giró hacia el socialismo.
El derecho a la pereza su obra más conocida me ha hecho recordar la fábula del pescador y el empresario:
Un Empresario estaba en el muelle de un pueblo costero cuando llegó un bote pequeño con un solo pescador. Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño.
El empresario elogió al pescador por la calidad del pescado y le preguntó cuánto tiempo le había tomado pescarlos. El pescador respondió que solo un poco de tiempo.
El Empresario luego le preguntó por que no permanecía más tiempo y sacaba más pescado.El pescador le dijo que tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia. El Empresario luego preguntó,¿pero qué hace usted con el resto de su tiempo?.
El pescador dijo, " duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, hago siestas con mi esposa María, me voy todas las noches al pueblo donde tomo ron y toco guitarra con mis amigos ". Tengo una vida completa y ocupada.
El Empresario replicó: Yo soy un MBA de Harvard y podría ayudarte. Deberías gastar más tiempo en la pesca y con los ingresos comprar un bote más grande, con los ingresos del bote más grande podrias comprar varios botes, más tarde tendrías una flota de botes pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario lo podrías hacer directamente a un procesador de pescado, luego abrir tu propio procesador de pescado.
Deberías controlar la producción, el procesamiento y la distribución. Deberías salir de este "pobre" pueblo e irte a la ciudad, luego a la capital y más tarde al exterior, donde manejarías tu empresa en gran expansión.
El pescador preguntó, pero cuánto tiempo tarda todo eso?
A lo cual respondió el empresario "entre 15 y 20 años"
"¿Y luego qué?", preguntó el pescador.
El empresario se ríe y dijo "ahora viene la mejor parte".
Cuando llegue la hora deberías anunciar un I. P.O. ( Oferta Inicial de Acciones ) y vender las acciones en oferta al público.
Te volverás rico, tendrás millones".
"Millones....¿y luego que?", volvió a preguntar el pescador.
Y el empresario le respondió: "Luego te puedes retirar. Te mudas a un pueblo en la costa donde puedes dormir hasta tarde, pasear un poco, jugar con tus hijos, hacer siesta con tu mujer, ir todas las noches al pueblo donde tomas ron y tocas guitarra con tus amigos"
El pescador respondió, "¿acaso eso no es lo que tengo ya?".

Este verano aprendí de mala manera que de nada servía esa ansiedad constante que tenemos por trabajar más para ganar más dinero. Recibimos multitud de estímulos publicitarios a lo largo del día, nos crean falsas necesidades, nos dicen cómo debemos ser y qué debemos tener para ser unos ganadores y lo peor de todo: nos hacen creer que podems ser ganadores cuando el trabajador pocas veces aspira a algo más que el puesto donde está. Así que nos convencen de que hacer más horas es ganar más dinero para consumir esos productos que producimos de forma escandalosa para seguir ganando dinero, consumiendo esos productos, etc.... Y mientras tanto nuestras vidas pasan entre dolores de pie, de espalda, síndrome del túnel metacarpiano, ansiedad, estrés y depresión, por no nombrar decenas de dolencias que nos acarrea este ímpetu por trabajar más para ganar más dinero. Se nos recuerda que el individuo tiene derecho a un trabajo pero nadie habla del DERECHO A LA PEREZA.
Lafargue en su libro ya habla de jornadas laborales de 3 a 5 horas y 5 días a la semana. Jornadas que favorecería el camino hacia el pleno empleo y un rendimiento del 100% debido al buen descanso de los trabajadores. El único problema actual es que a los empresarios les salen mejor las cuentas con gente que trabaje más horas que contratando a más gente y que se trabaje menos (por no decir que a veces la hora extra no se cobra o si quiera llega al precio establecido por convenio). En éste libro se exponen ideas revolucionarias en cuando a la producción y a las formas de producir que, siendo Lafargue consciente antes de llegar el siglo XX, continuamos de burros de carga de las grandes corporaciones.
¿Por qué no trabajar menos horas y dedicarnos más tiempo a la vida contemplativa, a la lectura, al enriquecimiento personal? Lafargue nos pone de ejemplo civilizaciones antiguas como los griegos, dedicaban su vida a enriquecerse personalmente, claro, que a costa de esclavos que trabajaban para ellos. Aún así, nos dice de finales del XVIII: "Proletarios, embrutecidos por el dogma del trabajo, escuchen las palabras de éstos filósofos, que se las ocultan con tanto celo: un ciudadano que ntrega su trabajo por dinero se degrada a la categría de los esclavos, comete un crimen que merece años de prisión."
Si bien ésto último nos puede parecer exagerado, tan sólo hemos de preguntarnos ¿a qué precio le vendo a mi empresa mi hora de vida?. Si a esto les añadimos las inmensas irregularidades y pillerías con las que los empresarios hacen que nuestra nómina sea a su gusto y no al nuestro, veremos que la esclavitud no se ha abolido. Con la excusa de la crisis nos han dado más trabajo por el mismo precio, pero en tiempos de bonanza n se reconocía nada. Por ejemplo, quieren que algunas dependientas limpien aseos públicos de la tienda mientras el empresario sigue pagando una señora de la limpieza que limpie el suyo.
Libros como el de Lafargue deberían ser obligatorios en los institutos para no olvidarnos nunca que todos somos seres humanos, todos tenemos familia o gente querida con las que pasar nuestras horas libres, todos tenemos dignidades y todos tenemos DERECHO A LA PEREZA.
Recordad que este libro se escribe a finales del siglo XIX, así que preguntaos ¿En qué hemos adelantado? De momento sólo vamos a peor y como no despertemos del letargo que hablaba antes, más vale que nos vayamos preparando.
Aprovecho para recordar que el día 29 hay huelga general, pero siendo bastante escéptica en esto de las huelgas (las dos últimas que he visto sólo han servido para descontarle el día al trabajador), no voy a deciros que la hagáis o que no la hagáis, cada cual lo suyo, pero creo que sí que es fundamental manifestarse, así que también recuerdo que en Villena la manifestación contra la reforma laboral se hará en la mañana del 29 de Septiembre (creo que sobre las 10) y en Alicante por la tarde, aunque no tengo conocimiento de la hora (se agradecería también información).

¡NO OS DURMÁIS!

P.D. ¿Deberían cambiar el nombre los del PSOE a las siglas PE (vamos, que quiten lo de socialista y obrero) o directamente es mejor que se alíen con el PP que para el caso van a hacer lo mismo?