viernes, 12 de octubre de 2007

Cuestión de culturas




Hace un tiempo leí sobre "Raksha band". Parece ser que es una celebración de la India donde la mujer regala una pulsera de hilos sagrados (rakhi) a su hermano a cambio de su protección. Él a su vez da regalos y dinero a su hermana, para dar fe de esta protección. Esta celebración se ha ido modificando hasta el punto en el que ya no sólo hermanos de sangre se hacen este intercambio, sino primos,amigos muy cercanos,etc...La busqueda de información sobre estas pulseras (me hacía gracia el tema de darle una a mi hermano) me llevó a varias páginas donde se comentaba la situación de desigualdad de la mujer en la india, pues parece ser que esto de la pulserita es una especie de sumisión al hombre. Lejos de quedarme con la primera impresión decidí buscar más allá de las primeras páginas del google. Más adelante creí entender todo lo contrario: En la India a la mujer se le considera un ser más inteligente que el hombre, por eso ella debe estudiar, formarse y educar a los hijos (futuras generaciones)en un ambiente intelectual alto. El hombre se siente relegado a trabajar fuera de casa: al trabajo bruto o al trabajo que cualquiera puede hacer(como estar en una oficina). Desde esta perspectiva parece ser que el hombre es el que se debe sentir ofendido y discriminado, pues se muestra una clara superioridad en el sexo opuesto. Tras leer esto no pude evitar recordar que aquí en España es todo lo contrario: el trabajo de casa es un trabajo inútil, ideal para una mujer que no sabe hacer nada más que ser florero y estar mantenida. "La mujer en casa y con la pata quebrada" y el hombre "el sexo fuerte". Una misma base, y dos culturas y perspectivas diferentes sobre un mismo trabajo.
Pero tampoco me quedé ahí...decidí dar un paso más y buscar en google hasta por debajo de la alfombra.
¡Qué desilusionada me quedé! En mi cabecita ya me había imaginado un mundo en el que no se despreciaba el trabajo de educar a un hijo, en el que la mujer era igual al hombre y qué más daba quién fuera a la oficina. Resulta que en la India la discriminación de la mujer viene dada por la pobreza, como en muchos lugares del tercer mundo y en España hace no tantos años. La pobreza en la India obliga a muchas niñas que aun no han terminado su infancia,a tareas durísimas, casarse y reproducirse. Una hija es una mercancía que se puede vender a cambio de dinero (ya sea para ser casada o simplemente vendida). Las necesidades sanitarias e higiénicas para muchos están bajo mínimos. De los 960 millones de adultos analfabetos, dos tercios son mujeres.
Destrozada mi idea de una sociedad con mujeres cultas vestidas con bellos saris en las que se pone en su mano la dura tarea de educar a nuevas generaciones con tolerancia, respeto y amor por la naturaleza, sólo me queda decir que me voy a comer, que dentro de una hora entro a trabajar.